A medida que el tubo desciende por la parte posterior de la nariz y de la boca hacia el esófago, puede requerirse que el niño trague. Tragar ayuda a que el tubo vaya en la dirección correcta. Si el niño tiene permitido beber algo, puede beber un poco de agua con hielo con un pitillo, o pajilla, para tragar mientras se coloca el tubo.