Se coloca una larga férula de yeso en la pierna, desde los dedos del pie hasta la parte superior del muslo, para mantener la postura correcta. Las férulas deben ir desde los dedos del pie hasta la parte superior del muslo con el fin de inmovilizar el pie y permitir el máximo estiramiento de los tendones. Las férulas cortas en la pierna no son efectivas porque permiten que el pie se mueva y se deslice de la férula.