Cuando los vasos sanguíneos del cerebro se ven afectados, hay un riesgo más alto de que se produzca un ataque de apoplejía . Los ataques de apoplejía suelen causar discapacidad, afectando la capacidad motora y sensorial del cuerpo. Las apoplejías también afectan el habla y el entendimiento, con lo cual el paciente dejaría de ser independiente.