El flujo sanguíneo absorbe rápidamente la nicotina. Treinta segundos después de entrar en el cuerpo, la nicotina llega hasta el cerebro. Una vez allí hace que el cerebro libere ciertos compuestos químicos que producen sensaciones de placer y energía. Uno de estos compuestos químicos se llama <I>epinefrina.</I> Este compuesto provoca una sensación de energía.