Durante una crisis epiléptica, una persona tiene movimientos o sensaciones que no puede controlar. La persona puede caerse, gritar, perder la conciencia, tener la mirada fija, presentar contracciones o sentirse confundida. Esto es causado por una actividad eléctrica anormal en el cerebro. Aproximadamente 1 de cada 10 personas tendrá una crisis epiléptica en su vida.