Lávese las manos con agua tibia y jabón. Frote las palmas y los dorsos de las manos, bajo las uñas y entre los dedos durante al menos 20 segundos. Si el agua y el jabón no están presentes, use gel anti-bacterial que contiene por lo menos 60 % de alcohol. Esto le ayudará a protegerse a usted y a su niño de los gérmenes.