Para lograr el diagnóstico de la MRSA, su profesional de salud toma una muestra de su piel o del pus de la piel infectada y la envía al laboratorio. También se pueden tomar muestras de sangre, orina y de otros tejidos para detectar la MRSA. Los técnicos del laboratorio pueden hacer un cultivo con estas muestras de tejido. Este proceso puede tomar varios días.