La mayoría de los calambres musculares son causados por problemas con el funcionamiento de los nervios. Durante un calambre, el músculo se contrae por sí solo, como resultado de la transmisión de una señal nerviosa anormal. Los calambres musculares pueden ser muy dolorosos y, por lo general, ocurren después de hacer ejercicio o por las noches. Estirar el músculo podría aliviar el dolor.