En el caso de pacientes que se diagnostican con esclerosis múltiple accidentalmente después de someterse a una imagen de resonancia magnética, o MRI, por sus siglas en inglés, y que no han mostrado síntomas recientes o en los que la enfermedad está inactiva, es probable que no se requiera tratamiento. Sin embargo, es necesario mantener a estos pacientes bajo observación constante en caso de que la esclerosis múltiple se intensifique.