Algunos exámenes se usan con menos frecuencia que otros, pero pueden ser de mucha ayuda, sobre todo si la causa de los síntomas no está clara. El profesional de la salud puede pedir una biopsia de la piel o de los riñones si es que éstos se ven afectados. El propósito de la biopsia es tomar muestras de los tejidos para realizar análisis de laboratorio.