En hernias ubicadas cerca de la ingle, unos conductos especiales llamados “conductos deferentes”, que van desde el testículo del mismo lado de la hernia hasta el pene, pueden lesionarse y, como consecuencia, provocar esterilidad o incapacidad para tener hijos, si el otro testículo no funciona. La reparación de dicha lesión puede requerir otra cirugía, que puede no ser exitosa.