Los gérmenes viven en nuestros cuerpos, pero también pueden vivir en las superficies que nos rodean. Cualquier cosa que toquemos puede tener gérmenes. También podemos propagar gérmenes al tocar superficies. Los pomos de las puertas, los teclados de computadoras, los teléfonos, y los lápices y bolígrafos son todos lugares donde normalmente los gérmenes pueden propagarse.