Debido a que el cuerpo se mantiene inmóvil durante la cirugía, se pueden formar puntos de presión si una parte del cuerpo recibe demasiada presión. En raras ocasiones, esto puede resultar en daño a los nervios, parálisis, ceguera, o úlceras en la piel, dependiendo de la posición del cuerpo durante la cirugía. Se toman precauciones para prevenir que ocurran cualquiera de estas complicaciones.