Presione aproximadamente 1.5 pulgadas (4 cm) de profundidad cada vez. Esto es aproximadamente 1/3 de la profundidad de su pecho. Administre compresiones torácicas a una velocidad de 100 a 120 compresiones por minuto. Deje que el pecho vuelva a la normalidad entre las compresiones. Esto le ayudará a evitar presionar demasiado y dañar los órganos del bebé.