El aire que respiramos contiene gérmenes. Nuestro sistema inmunológico protege los pulmones de las infecciones combatiendo la mayoría de estos gérmenes, como los virus y las bacterias. A veces los gérmenes pueden pasar la barrera del sistema inmunológico y llegar a los pulmones. Cuando esto ocurre, pueden causar la inflamación de los pulmones.