La leche materna contiene anticuerpos. Éstas son sustancias especiales que ayudan a combatir las infecciones. Por ello, la leche materna ayuda a prevenir que su bebé contraiga diarrea, infecciones de oídos, infecciones en los pulmones y alergias. De hecho, entre los bebés que reciben leche materna, hay menos muertes y menos enfermedades que entre los que son alimentados con fórmula.