Un trasplante de médula ósea también se puede nescesitar  para tratar enfermedades graves de la sangre. Algunas de estas enfermedades incluyen:  Anemia aplásica. Anemia drepanocítica. Hemoglobinuria paroxística nocturna.   Talasemias.  
 Estas enfermedades hacen que el cuerpo no produzca suficientes células sanguíneas o que produzca células sanguíneas que no funcionan bien.