La sangre que se utiliza en las transfusiones de sangre en general proviene de un banco de sangre. Estos bancos son lugares en que se analiza y se almacena la sangre antes de usarla. Muchos países, incluyendo los Estados Unidos, analizan minuciosamente toda la sangre donada en busca de posibles problemas, como virus que puedan causar enfermedades.