Se emplean varios análisis para medir los depósitos de hierro en el cuerpo. Los análisis más comunes son hierro sérico, capacidad total de fijación del hierro y ferritina sérica. Los niveles bajos de hierro en el cuerpo pueden provocar que los glóbulos rojos sean de menor tamaño que lo normal y tengan una capacidad reducida para transportar oxígeno.